Al menos 33 soldados turcos han muerto en un ataque del gobierno sirio en el noroeste de Siria controlado por la oposición, en una escalada importante del conflicto.
Turquía, que respalda a la oposición, dice que alcanzó 200 objetivos gubernamentales en respuesta, «neutralizando» a 309 soldados.
Rusia, el aliado militar clave de Siria, dice que las fuerzas sirias atacaron a las tropas turcas en la provincia de Idlib mientras operaban junto a combatientes yihadistas.
Niega que sus propias fuerzas estuvieran involucradas en combates en el área de Balyun.
Las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Rusia, han estado tratando de recuperar Idlib de los grupos yihadistas y las facciones rebeldes respaldadas por Turquía con sede allí. El ataque aéreo se produjo después de que la oposición retomó la ciudad clave de Saraqeb, al noreste de Balyun. Idlib es la última provincia siria en permanecer en manos de la oposición.
Los informes sugieren que Turquía, un miembro clave de la alianza de la OTAN, puede estar relajando sus controles fronterizos para permitir que los refugiados sirios busquen refugio en la UE.
¿Qué sabemos sobre el ataque?
«Treinta y tres de nuestros soldados fueron martirizados como resultado del ataque aéreo … por las fuerzas del régimen [Bashar al-] Assad», dijo Rahmi Dogan, gobernador de la vecina provincia turca de Hatay. Los heridos estaban siendo atendidos en un hospital en Turquía, pero ninguno estaba en estado crítico, agregó.
Después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan sostuviera una reunión urgente de seguridad de alto nivel en Ankara, las fuerzas turcas comenzaron a realizar ataques terrestres y aéreos.
El ministro de Defensa, Hulusi Akar, dijo que además de las bajas infligidas, cinco helicópteros del gobierno sirio, 23 tanques, 23 obuses y dos sistemas de defensa aérea habían sido destruidos.
Según el ministerio de defensa ruso, los soldados turcos habían muerto en un «bombardeo» mientras operaban junto a «terroristas» en el área de Balyun donde, según dijo, los combatientes de la alianza Hayat Tahrir al-Sham (anteriormente el Frente Nusra) estaban atacando Fuerzas del gobierno sirio.
Rusia dijo que estaba en contacto constante con Turquía para garantizar que las tropas turcas no fueran atacadas en Idlib y que no se les hubiera informado que las fuerzas turcas estaban activas en Balyun.
Pero Akar insistió en que los rusos habían sido informados sobre la ubicación de las tropas turcas y dijo que no había grupos armados cerca de los soldados que fueron atacados. También dijo que las ambulancias habían sido alcanzadas en el ataque.
Un informe de los medios rusos no confirmado dice que dos buques de guerra rusos equipados con misiles de crucero se están enviando hacia la costa siria.
El presidente Erdogan quiere que las fuerzas del gobierno sirio se retiren de las posiciones donde Turquía ha establecido puestos de observación militar y anteriormente amenazó con atacarlos si no detenían su avance.
Pero el gobierno de Siria y Rusia han rechazado su demanda de retirarse a las líneas de alto el fuego acordadas en 2018. Rusia también acusó a Turquía de violar el alto el fuego de 2018 al respaldar a los rebeldes con fuego de artillería.
En reacción a la crisis:
- El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, habló por teléfono con el ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, y «condenó los continuos ataques indiscriminados del régimen sirio y su patrocinador Rusia en la provincia de Idlib», y Turquía se reunirá el viernes con sus socios de la OTAN.
- Un portavoz del departamento de estado de Estados Unidos dijo: «Apoyamos a nuestro aliado de la OTAN Turquía y seguimos pidiendo el fin inmediato de esta ofensiva despreciable por parte del régimen de Assad, Rusia y las fuerzas respaldadas por Irán. Estamos buscando opciones sobre cómo podemos mejor apoyo a Turquía en esta crisis «
- El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó «grave preocupación» por la última escalada y pidió un cese inmediato del fuego.
