¿Cuándo un “ideal” se hace peligroso?

Un ideal se hace peligroso cuando personas o grupos quieren imponerlo a la fuerza, o cuando, progresivamente, hacen que penetre en la sociedad la creencia de que debe ser hecho realidad a toda costa.

Cualquier ideal es susceptible de caer en las garras del extremismo y del fanatismo por la falta de racionalidad de los individuos, basada fundamentalmente en el miedo.

Esta carencia es aprovechada para ganar partidarios, especialmente en los ámbitos político y religioso, y lograr que el ideal sea defendido de manera desmedida para hacerlo realidad, incluso llegando al uso de la violencia para conseguirlo.

Las dos caras de los ideales

Un ideal es un conjunto de ideas o de creencias que dan un marco de referencia, de seguridad y de sentido a la vida. Es lo que se conoce como idealismo vital.

Esta es una característica positiva mientras las personas no asuman que su ideal está por encima de cualquier otro, ni crean que tienen el privilegio de pasar por encima de los demás.

Si están convencidas de que deben defenderlo, incluso imponer su ideal, haciendo todo lo que esté a su alcance sin importar las consecuencias, se convierte en un peligro. Es tan peligroso que por este ideal se vuelven capaces de generar violencia, caos y muerte. En nombre y en defensa de los ideales, personas consideradas normales han cometido atrocidades contra otros seres humanos, han sido perpetrados genocidios y se han instaurado la persecución y los campos de exterminio.

En el ámbito de la política y la religión, cuando los ideales son asumidos como dogmas y reivindicados desde el fanatismo, se convierten en el cimiento de la violencia.

Los líderes que asuman la concreción de sus ideales siempre deben estar encaminados a cuidar a las personas. Igualmente, a sopesar las consecuencias de sus actos y de los que son capaces de propiciar entre sus seguidores, y a actuar con mesura y con voluntad de escuchar.

Ejemplos de fanatismos surgidos de ideales que se tornaron peligrosos y que han traído como consecuencia violencia y exterminio, son:

  • Nazismo: el ideal nacionalsocialista condujo al exterminio de millones de personas.
  • Islamismo radical: el siglo XXI ha estado marcado por los ataques terroristas perpetrados por organizaciones radicales que buscan someter la vida política a lo dictado por la religión del Islam.
  • Nacionalismo vasco: la organización ETA usó métodos terroristas y criminales en su intento por lograr la independencia del País Vasco de España y Francia y conformar un estado socialista.
  • Inquisición: este tribunal eclesiástico se dedicó a investigar y castigar las faltas contra la fe o las doctrinas de la iglesia católica.
¿Cuándo un “ideal” se hace peligroso?

Inseguridad y miedo frente a los demás

El temor y la pérdida de seguridad que provocan los ideales de otros, conduce a la defensa a ultranza del ideal propio, lo cual puede llevar a desencadenar un fanatismo violento.

El temor estimula que se quiera un mundo donde lo desconocido no tenga cabida, donde el marco de creencias se mantenga sin fisuras. Es la justificación de los fanáticos para la transgresión.

Contrarrestar el potencial peligro de un ideal

Para evitar que un ideal se torne peligroso es necesario asumir una posición abierta y de escucha hacia los demás. No pensar que la base de creencias que sustenta el propio mundo es la única y es superior.

Esto se logra con educación ciudadana, enseñando a convivir y a razonar para formar desde la juventud a personas capaces de formular juicios propios. Capaces de ser más abiertos a escuchar y cuestionar que a asentir y obedecer, y de no temer a la duda ni a la búsqueda de verdades distintas a las suyas.

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