La causa de muerte principal en los países desarrollados y la segunda causa de muerte a nivel global, el cáncer. Decenas de miles de personas cada día son diagnosticadas con esta terrible patología y aunque se avanza a pasos agigantados en su investigación y hasta en la búsqueda de una cura definitiva, aún no se puede hablar de hechos y el impacto de la enfermedad sigue siendo notorio a nivel económico y social.
Un fenómeno estudiado. Así lo reflejan diversos estudios, análisis y reportajes sobre el impacto económico y social del cáncer en EEUU -por ser uno de los países con más muertes por año producto de esta enfermedad-, pero que es una situación y una realidad extrapolable a muchos otros países que puedan tener similitudes culturales, de hábitos y hasta de patrones de vida con la nación americana.
Y es que sí, evidentemente, el cáncer es una enfermedad que no solo la padece quien ha sido diagnosticado con ella, sino que cambia la vida de todas las personas alrededor de una forma drástica y significativa, por lo que hablar de cambios a nivel social es oportuno, no dejando únicamente el aspecto económico como el más impactado por la situación.
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Impacto social del cáncer
Salvo contadas excepciones -que no rozan ni el 10% de los casos totales-, las personas que son diagnosticadas con cáncer deben cambiar sus ritmos de vida habituales para someterse a tratamientos en busca de superar la enfermedad. Algunas personas se ven forzadas a abandonar el trabajo, algunas deben mudarse de ciudad para estar más cerca de los sitios donde se realizarán los tratamientos, y en fin, se deben hacer sacrificios a nivel personal y familiar que influyen directamente en lo social.
Pero el cáncer es también una enfermedad de todos. Tener un familiar con cáncer implica hacer sacrificios también, ya que si por algo se caracteriza esta enfermedad es por los altos costes de los tratamientos -sin distinguir cuál sea el utilizado- y por ser una enfermedad que a cada etapa debe ir creciendo en cuanto a gastos para combatirla, y eso influye negativamente en otros aspectos sociales y de la vida cotidiana, como la alimentación, la educación o el ocio.
El cáncer, un fenómeno económico
Pero así como tales sacrificios influyen en lo social, también quedan evidentemente reflejados en las estadísticas. El cáncer es la enfermedad más investigada del mundo y para la que se destina la mayoría del presupuesto de los países en la rama de las ciencias, contando solo en Estados Unidos con casi 2 billones de dólares anuales, sin que los avances sean especialmente claros, aunque en los últimos meses sí se vean algunas noticias esperanzadoras.
El cáncer también es un fenómeno socioeconómico. Para entenderlo, bastará con mirar las siguientes afirmaciones, fruto de la observación y el estudio de expertos y de agencias que se encargan de promover la detección temprana de esta enfermedad:
- Seguro médico: el cáncer suele detectarse de forma tardía y cuando los tratamientos son poco eficaces en personas que no tienen seguro médico. Para muchas personas, además, resulta imposible contratar una póliza de seguro médico por su alto coste, lo que evidencia una distinción socioeconómica que repercutirá inevitablemente en su salud y esperanza de vida.
- Tratamientos: sin duda, y como lo reflejan decenas de estudios, los tratamientos son la parte más costosa dentro de la realidad económica de un paciente con cáncer. Representan más de la mitad del gasto total realizado -fuera del presupuesto de la investigación- a nivel mundial. Tan costosos, que muchas personas no pueden seguir realizándolos cuando se han completado algunas fases, puesto que los costes varían y se incrementan, y cada vez se necesitarán más tratamientos complementarios para mitigar los efectos secundarios de los tratamientos invasivos principales, algo que pocos presupuestos familiares pueden soportar.
Detección temprana y tratamientos eficaces. Los esfuerzos, por ahora, parecen encaminarse hacia esa realidad, sin dejar de dedicar tiempo y energía a la cura definitiva, que es la prioridad innegable de muchos países y organizaciones de carácter mundial. El cáncer no solo es una enfermedad terrible y estadísticamente muy peligrosa, sino que resulta ser uno de los gastos más altos de la sociedad.