Cuando quedan dos semanas para que declare como investigada en la Audiencia Nacional, Corinna Larsen ha querido defenderse públicamente y ha dado su versión de la historia con Juan Carlos I. En una entrevista en exclusiva a la radio BBC 4, la empresaria alemana avisa primero que el padre de Felipe VI no sólo tiene la cuenta de Panamá, sino que tiene cientos repartidos por todo el mundo, y que ella no es el problema de la Casa del Rey, ya que ésta funciona como «una empresa familiar» que hace 40 años que utiliza el mismo modus operandi. Y confiesa también que fue acosada por el CNI.
En la entrevista, de 30 minutos, la amiga entrañable del antiguo jefe del Estado, tal como la definió él, hace alusión a los 65 millones que le transfirió el emérito, por lo que, entre otras causas, es investigada por la justicia suiza. En relación con los 65 millones, afirma que quien fue el jefe del Estado español les regaló como «reconocimiento» por lo que significó para él la relación sentimental que mantuvieron de 2004 a 2009, revela ella. Dijo que le sorprendió porque lo consideraba «un regalo muy generoso». «Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esta persona soy yo … Porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones «, dijo.
Larsen también habla de las amenazas del servicio de inteligencia español. Afirma que después del viaje a Botsuana, comenzó a recibir «una atención no deseada» del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), y que el primer objetivo fue su apartamento de Mónaco. En 2012, explicó, recibió una visita a Londres del entonces jefe del CNI, Félix Sanz Roldán. «Dijo que lo enviaba el rey. La primera advertencia era que no hablara con la prensa. Dijo que si no seguía las instrucciones, no podía garantizar mi seguridad física ni la de mis hijos».
