Cómo ser un buen productor de documentales

Los documentales son más que una expresión artística: son las historias de la gente. Es por ello que si quieres convertirte en un buen productor de documentales necesitas tener mucha paciencia, compromiso y pasión para perseguir esa historia.

Además, si te preguntas cómo realizar bien tu trabajo, a continuación, te dejamos algunos consejos útiles que te ayudarán en tu camino.

No esperes a que te financien

Todo el mundo tiene que empezar por algún sitio, pero no esperes a que alguien te dé una oportunidad. Esto parece más fácil de decir que de hacer, sobre todo en los tiempos difíciles que atravesamos, pero a veces la única manera de poner en marcha un proyecto es simplemente coger una cámara y empezar a grabar algo que te interesa.

Esto es diferente a trabajar para un cliente de forma gratuita, algo que no se recomienda, ya que deprecia tu industria y hace que sea más difícil para ti y para tus compañeros conseguir una tarifa justa en el futuro.

Investiga antes de ponerte a trabajar

Además de informarte sobre el tema que estás tratando, la mejor manera de pasar el tiempo muerto entre proyectos es la investigación documental, y eso significa ver películas, leer libros y escuchar música.

Instagram es una gran herramienta de inspiración, pero es muy importante buscar más allá. Tener muchas fuentes te convertirá en un cineasta completo. Cuando veas películas para investigar, intenta verlas de forma activa y ten en cuenta el oficio en lugar de sumergirte en la historia.

También puedes investigar a los creativos de tu zona y conocerlos para que, cuando llegue el momento de contratar un equipo para un proyecto, ya tengas esas relaciones establecidas.

Trabaja con lo que tienes

Con tantos productos nuevos que salen al mercado, es fácil obsesionarse con tener el mejor equipo. Pero cualquier cineasta o fotógrafo profesional te dirá que el equipo que utilizas sólo tiene un pequeño impacto en tu producto global.

Se han hecho películas ganadoras de un Oscar con cámaras de aficionado y un puñado de tarjetas compact flash como las de la marca RS Components. No caigas en la trampa de pensar que necesitas una cámara mejor. Utiliza la herramienta adecuada para el trabajo. Y a menudo la herramienta adecuada para el trabajo es la que ya está en tu estantería, o la que puedes pedir prestada o alquilar a bajo precio.

El sonido es lo primero

Por el contrario, cuando se trata de sonido, hay que conseguir el mejor equipo posible. Un buen sonido hace más que su parte del trabajo pesado para contar la historia y sumergir al espectador en el mundo que estás creando. 

El público es mucho más indulgente con una visión de baja calidad que con un sonido de baja calidad, así que asegúrate de que te tomas el tiempo necesario para configurar el sonido correctamente y dar a tu técnico de sonido (o a ti mismo, si estás solo) el tiempo suficiente para captar todo lo que necesita: te lo agradecerás después.

Sigue rodando

Todos hemos sufrido alguna vez la «vuelta a casa», esa sensación de cansancio al final del día cuando ya has tenido suficiente y quieres irte a casa. Intenta superarlo. Puede que haya días en los que estés totalmente convencido de que lo que está ocurriendo no es relevante para tu película, sólo para que ese material se convierta en un momento crucial de la historia más adelante en el montaje.

Es fácil quedarse «ciego de nieve» cuando estás en el campo y crees que tienes un montón de material, sólo para descubrir más tarde que no has rodado suficientes opciones. Así que ten fe y sigue disparando.

Las transcripciones son tus amigas

Acostúmbrate a editar en papel. La edición en papel es el proceso de transcribir los diálogos y escribir la acción, los diálogos y el argumento de cada escena en papel antes de volver a editar. Puede que al principio te resulte incómodo o tedioso porque está fuera de tu zona de confort, pero te garantizo que al final aprenderás a amar este proceso.

Lo primero que hay que amar del trabajo en papel es que es mucho más rápido y eficiente que intentar descifrar la historia en el programa de edición. Puedes leer una hora de diálogos en 10 minutos. Además, te permite centrarte en la esencia de la historia sin distraerte con problemas menores, como un metraje movido o agujeros en las imágenes.

Si consigues que la historia sea correcta primero, siempre hay una forma de construir el material visual alrededor de ella.

Y, por último: el acceso lo es todo

Cuando pienses en una historia que cubrir, es importante recordar que cada uno de nosotros es un individuo completamente único con un conjunto de experiencias vitales e intereses a los que podemos hacer referencia en nuestra vida creativa. Encuentra un tema sobre el que tengas conocimientos, que te guste y, sobre todo, al que tengas acceso.

Además del acceso práctico a un grupo de personas, material de archivo, lugares o temas, el acceso puede venir en forma de experiencia común, herencia, lengua o cultura.

Todas las mejores películas documentales han sido posibles porque el cineasta tenía un acceso particular a la historia. Tu voz y tu punto de vista únicos son tu mejor baza: quiérelos y adquiérelos, y haz un trabajo que sea exclusivamente tuyo.

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