La nueva necesidad de formación para gestionar residencias de mayores

La gestión de las residencias para personas mayores se ha convertido en todo un desafío complejo para las administraciones de esta clase de centros especializados. Más que un problema, el nuevo escenario debería generar oportunidades de aprendizaje para todos los involucrados en el sector en el cuidado de personas mayores.

Al principio de la pandemia, todo se convirtió en incertidumbre ya que nadie tenía conocimiento sobre los efectos o la evolución del virus. Con el paso del tiempo, el sector de la gestión de residencias reforzó por completo sus protocolos sanitarios en busca de preservar la salud y calidad de vida de los residentes, que en medio de la pandemia son los más vulnerables.

¿Qué mejoras podrían cambiar en la gestión de residencias?

En definitiva, el sector de la gestión de residencias de mayores debería fortalecerse, apuntando principalmente a desarrollar modelos de gestión donde los empleados tengan mayor especialización. Para esto, la formación es un proceso clave y son muchas las opciones de formación que se pueden utilizar.

Diferentes cursos y másters en dirección de centros geriátricos han actualizado sus programas de estudio adaptándose a las necesidades de la nueva normalidad. Siendo un sector básico para la sociedad, es importante garantizar el avance hacia un modelo de mayor complejidad en el que prime la atención de calidad.

buen profesional de la gestión residencial

¿Cómo sería hoy un buen profesional de la gestión residencial?

El perfil profesional de una persona que se encargue de la gestión de residencias de mayores y centros de cuidado, debe incluir algunas características fundamentales. El director de esta clase de centros asistenciales tendrá que contar con las siguientes actitudes:

  • Tener una titulación mínima de grado medio, como un diplomado universitario con especialización en la dirección de residencias de la tercera edad. La formación continua es un aspecto clave y si quieres trabajar en residencias públicas, lo más adecuado será cursar estudios conducentes a una titulación universitaria de ciencias de la salud.
  • Capacidad de resolver problemas y tomar decisiones rápidas, ágiles y eficaces.
  • Planificar y coordinar acciones que fomenten el buen funcionamiento del centro.
  • Tener la capacidad de trabajar en equipo, coordinar tareas y motivar al resto del equipo humano que hace parte de la plantilla de colaboradores.
  • Capacidad de hacer más dinámicos los procesos internos y adaptarse a las cambiantes necesidades del entorno. Esto ha sido un elemento clave en medio de la pandemia del coronavirus.
  • Iniciativa para generar propuestas que permitan promover el bienestar de cada uno de los residentes del centro.
  • Hacer seguimiento del trato que se le da a cada huésped, garantizando que sus necesidades son escuchadas y que establecen relaciones interpersonales basadas en la confianza y la comunicación con quienes son responsables de sus cuidados.

La capacitación continuada es un asunto prioritario para todo empleado de una residencia de mayores. Es necesario permitir el espacio para que los colaboradores incrementen su cualificación profesional a través de planes especiales de formación.

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