Una de las grandes preocupaciones relacionadas con nuestra salud tiene que ver con nuestra salud e higiene bucal, ya que aparte de suponer enfermedades molestas también significan un desembolso económico cuantioso en muchos casos. Por ello, una manera de prevenir estos problemas es manteniendo unos hábitos de higiene bucal saludables, aunque estos no son suficientes en algunos casos, ya que hay algunas enfermedades que derivan de problemas fisionómicos y hereditarios. Sin embargo, antes los dos inconvenientes mencionados la mejor solución es tratar los problemas dentales y maxilofaciales cuanto antes, ya que con esto evitamos que el problema crezca, sea más doloroso y que los tratamientos para solucionarlo sean más largos y caros.
Uno de estos problemas es la mordida cruzada. Veamos detalles sobre esta patología y por qué la forma de solucionarla es el tratamiento de ortodoncia.
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Qué es la mordida cruzada
La mordida cruzada es una patología odontológica que se produce la incorrecta relación entre el maxilar superior y la mandíbula, lo cual afecta notablemente al encaje de los dientes, quedando los dientes superiores por detrás de los inferiores, lo que dificulta tareas diarias como la masticación y puede llegar a producir problemas de dicción.
Es muy común que esta patología venga acompañada de tener un paladar estrecho, debido a que la mordida cruzada provoca que la estructura ósea del paladar sea menor y se necesite ensanchar.
Teniendo en cuenta que la principal finalidad de esta intervención es recolocar la mandíbula y la dentadura, el tratamiento con el que se combate esta patología es la ortodoncia dental.
Tipos de mordida cruzada
De acuerdo con la zona de la boca donde se produce la mala posición de la mordida, es posible hacer diferente entre dos tipos de mordida cruzada: la anterior y la posterior. La primera afecta la parte delantera de la boca; y la segunda es la que deja afectada la zona trasera.
También se puede considerar un tipo de mordida cruzada unilateral, que es aquella que solo afecta a un lado de la boca, sea el izquierdo o el derecho, siendo muy común las asimetrías en la cara y dolor en la articulación de la mandíbula; por último, la mordida cruzada bilateral que es aquella que afecta a ambos lados de la mandíbula.
Aunque el tratamiento para este problema sea la ortodoncia, dependiendo de cuál de estos tipos se parezca se procederá a aplicar un tratamiento u otro con las particularidades necesarias.
Cómo solucionarlo
En casos muy graves, será necesaria una cirugía que remodele la estructura de nuestra mandíbula y la boca, aunque en la mayoría de los casos bastará con una ortodoncia y puede que también con una expansión de paladar, ya que si nuestra cavidad bucal no es lo suficientemente ancha como para acomodar correctamente nuestra dentadura será necesario disponer los mismos en el espacio óptimo, atendiendo al tamaño adecuado de toda nuestra dentadura según el tamaño y posición correcta de los dientes.
Como se trata de una dolencia que afecta a la mandíbula y la posición de esta y la dentadura, el médico especialista que tratará estos casos es el ortodoncista. Ahora bien, entre las ortodoncias es factible que el médico y el paciente, en conjunto, elijan los brackets tradicionales y la ortodoncia invisible.
Las diferencias entre ambos, radica en la comodidad y también en los costes. Los brackets tradicionales precisan de un mayor mantenimiento, ya que después de cada comida hay que limpiarlos perfectamente para que no quede ningún tipo de residuo, mientras que los brackets invisibles se pueden retirar antes de cada comida y basta con la limpieza de dientes normal. Del mismo modo, los brackets tradicionales son más económicos que los brackets transparentes, ya que los primeros se ajustan en cada visita al dentista y en el caso de los segundos se cambia la pieza por una nueva con modificaciones para trabajar en la mordida.
Sí observas el problema mencionado en tu mandíbula, no dudes en acudir a una clínica dental ya que cuanto antes le pongas solución al problema, será menos trabajoso.