Guía para principiantes de vapeo y cigarrillos electrónicos

El vapeo se ha convertido en una práctica popular durante los últimos años. En principio, los cigarrillos electrónicos surgieron como alternativa terapéutica para las personas que estaban lidiando con el tabaquismo y deseaban dejar de fumar, pero con el tiempo pasó a formar parte de la rutina de miles de personas, siendo especialmente popular entre jóvenes adultos.

Debido a lo anterior, la industria de los cigarrillos electrónicos experimentó un auge impresionante, desarrollando gran variedad de modelos de vaporizadores personales y obligando a que los interesados en la práctica del vapeo tengan la necesidad de conocer diversos conceptos relacionados con el funcionamiento de estos dispositivos.

¿Cómo funciona un vapeador o cigarrillo electrónico?

Los vapeadores, vapers o cigarrillos electrónicos son dispositivos que consiguen simular la sensación de fumar generada por un cigarrillo convencional. Se trata de un dispositivo compuesto por un atomizador, una batería y un cartucho donde se introduce el líquido concentrado o la hierba que luego será calentada hasta generar el humo que posteriormente se consume.

Cuando se vapea no se genera combustión, de ahí que algunos consideren el vapeo como una alternativa algo menos perjudicial, pues se evitan que ingresen directamente al organismo los cientos de componentes cancerígenos resultante de la combustión del tabaco en un cigarrillo convencional, reduciendo en parte su toxicidad. No obstante, parece claro que también resultan perjudiciales para la salud.

Por lo general, se considera la siguiente lista de ventajas derivadas de elegir al vapeo por encima del cigarrillo convencional:

  • Es más discreto que el cigarrillo convencional, ya que no genera olores molestos.
  • No crea mal aliento y evita que los dientes de tiñan de amarillo, algo clásico en fumadores de tabaco.
  • Resulta más económico que fumar cigarrillos convencionales, ya que el coste de los concentrados para vapeo es inferior al de una cajetilla de cigarrillos.
  • Es posible personalizar los sabores del humo del vaper, así como la concentración de nicotina presente en el e-liquid.
  • Se elimina la ropa maloliente.
  • Podría suponer un sustituto temporal en la transición hacia abandonar el tabaco para quienes desean modificar el hábito negativo de fumar.

Tipos de vaporizadores

Aunque en principio todos parecen similares, la realidad es que hay diversas opciones en el mercado, atendiendo a distintos gustos y necesidades. Podemos dividirlos en dos grandes grupos, unos que se utilizan con hierbas secas y otros que utilizan cartuchos de concentrado que se conoce como e-liquid.

Los tipos de vapeadores disponibles serían:

  • Tradicionales. El vaper tradicional es un dispositivo pequeño y sencillo. Algunas versiones son vapeadores desechables. Debido a esto, suelen tener un coste bastante inferior a otros modelos más elaborados.
  • MODS. Vienen con funciones más complejas y emiten una cantidad mayor de vapor. Estos incluyen potentes baterías y mayor cantidad de espacio para el almacenamiento de líquido.
  • PODS. Se trata de un dispositivo intermedio, mezcla entre un vaper tradicional y un MOD. Utilizan cartuchos desechables y funcionan activándose en automático en el momento de succionar a través de la boquilla.
  • Vaping pens. Estos han ganado gran popularidad por su comodidad para muchos usuarios. No generan tanto vapor, pero cumplen perfectamente su función, por lo que se han convertido en una de las principales opciones para principiantes.

Elección del e-liquid para vapeo

El líquido de vapeo, también conocido como e-liquid, es un tipo de gel compuesto por propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes y puede contener también nicotina, aunque este último no es un ingrediente obligatorio. La proporción de propilenglicol y glicerina serán determinantes para la cantidad de vapor emitida por el vaper.

Estos líquidos se encuentran disponibles en una variedad muy extensa de sabores y aromas, incluyendo frutas, café, tabaco y mucho más. De igual forma, varía la concentración de nicotina, pudiendo ir de 0 mg/ml hasta los 36 mg/ml. Es poco probable encontrar un líquido con concentración superior a esta última.

Cómo se elige el líquido ideal

Generalmente, se suele recomendar optar directamente por un líquido sin nicotina, para intentar así evitar el riesgo a desarrollar adicción a la nicotina.

En caso de fumadores de cigarrillos que busquen dejar de fumar, se suele recomendar que elijan un líquido con concentración de nicotina similar a la que obtenían en los cigarrillos que fumaban, así tendrían mayor facilidad para lidiar con el síndrome de abstinencia. Y finalmente, deberían ir bajando la concentración progresivamente hasta dejarlo por completo.

Hay cientos de sabores disponibles, por lo que sería posible experimentar con varios de ellos hasta encontrar el sabor y aroma que mejor se adapte a los gustos de cada usuario.

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