Los conductores noveles han de adquirir pronto unos buenos hábitos en la conducción

Los conocimientos teóricos y prácticos que se aprenden en la autoescuela, una vez son superados, deben convertirse en la herramienta perfecta para que el nuevo conductor sea un conductor responsable. El objetivo es que sea un garante de la seguridad vial, sin duda, el aprendizaje no acaba al conseguir el permiso de conducir, ya que se tendrán que desarrollar hábitos positivos en la conducción diaria.

Los nuevos conductores suelen salir con muchos miedos de las autoescuelas, una vez han conseguido el permiso de conducir. Sin embargo, como todo, es la práctica, la que termina por dar la destreza adecuada en la conducción. No obstante, además de todas las pautas normativas aprendidas durante el proceso de evaluación, las mismas han de ser llevadas a la práctica. No solo eso, sino que habrá que adquirir una serie de hábitos que faciliten la fluidez en la conducción, la seguridad vial y, por supuesto, la garantía de cumplir la normativa. 

Aprender a conducir en ciudades grandes es muy complejo. Por eso, al elegir autoescuela en Barcelona debes tener presente que sean profesionales.

La autoescuela es el origen para tomar todas las destrezas de la conducción, pero después, será el futuro conductor el que deberá adquirir el compromiso de ser un conductor responsable. Normalmente, la autoescuela evalúa de manera genérica las destrezas de cada alumno y va corrigiendo cualquier tipo de manía o mala praxis durante la etapa de aprendizaje. Sin embargo, cuando el nuevo conductor está fuera de la academia, será el máximo responsable de sus actos al volante. 

Por todo ello, es muy recomendable seguir una serie de pautas y hábitos que puedan mejorar la conducción, para ello, hay consejos genéricos que pueden ser de aplicación para cualquier conductor novel. 

Consejos para una buena conducción

Ahora sí, ha llegado la hora de enfrentarse al tráfico, atascos, inclemencias del tiempo y actitudes de otros conductores. Al principio no resulta fácil, es más, suele haber una gran sensación de inseguridad, al no tener al instructor que vaya guiando la ruta; no obstante, esa inseguridad debe servir para adquirir los buenos hábitos en la conducción, que se pueden dividir en consejos sobre conducta frente al volante, consejos de seguridad vial y también de confort en la conducción. 

Consejos de conducción: en este sentido, se recomienda siempre a los conductores que mantengan la calma ante cualquier contratiempo que surja en los trayectos. Puede ser que no seas el único que tenga prisa, pero el atasco es tarea de todos saber gestionarlo. Igualmente, ante una infracción de un tercero, en vez de alimentar la tensión, lo lógico es facilitar todo el máximo posible, sin poner a nadie en riesgo y disuadir la situación. En general, no hay que dejar que los estados anímicos hagan aparición en la conducción, menos aún, cuando se está enfadado o con un estado irascible. 

Dentro de estas pautas conductuales, también es importante señalar el hecho de no distraerse al volante. Lógicamente, alejarse de los dispositivos electrónicos, especialmente del teléfono móvil. Mantener la atención en la carretera y los demás conductores, así como prestar atención a las señales de tráfico, es esencial. Igualmente, si por naturaleza alguien es una persona de fácil distracción, se debe evitar ir con música durante la conducción y, por supuesto, no beber, ni comer bajo ningún concepto. 

Seguridad vial: parece una obviedad, pero hay que aprender a leer todas las señales de tráfico y respetar al máximo los límites de velocidad. A veces, no resulta fácil, especialmente cuando no se conoce el sitio o surge algún elemento que distorsiona la ruta, como un accidente, una obra o un corte de tráfico. Por eso, hay que mantener la calma y seguir todos los mensajes que transmiten las señales de tráfico. También es fundamental que se aprenda desde el principio a mantener la distancia de seguridad con los demás conductores, y utilizar siempre de forma correcta los intermitentes. 

Consejos de confort: el hecho de conducir debe desarrollarse con la máxima comodidad y confort, por eso, es preciso que el nuevo conductor se haga con el vehículo que va a utilizar habitualmente. Sin duda, cada coche tiene sus particularidades, y el conductor suele normalizar y estandarizar la conducción cuando se adapta a sus funcionalidades. También es bueno adaptar el volante, los espejos retrovisores, el cinturón de seguridad y la posición del asiento, a la altura y envergadura del conductor, eso mejorará su concentración, debido a que podrá conducir de manera cómoda. 

En definitiva, hay que seguir aprendiendo fuera de la autoescuela con la práctica real de conducción, para adquirir los mejores hábitos, con el fin de contribuir a la seguridad vial y, por ende, a la del conjunto de conductores.

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