Para poder abordar este tema es necesario imaginar la vida o el transcurrir cotidiano de la vida de una persona promedio o familia. Se levantan, desayunan y van al trabajo o a estudiar. Las amas de casa se encargan de la limpieza y la compra. Todas estas acciones involucran tecnología e internet. Ya no es necesario ir al mercado, reunirse con el jefe en persona o ir a la biblioteca para una investigación: Google lo ofrece todo.
El sector de bienes raíces también se ha tenido que adaptar al mundo digital. La inmobiliaria en Mijas Geslawbrokers lo sabe y para ello, echa mano de diversos recursos tecnológicos que van desde base de datos de inmuebles para vender o alquilar hasta aplicaciones especiales que usan los ejecutivos para gestionar las propiedades a su cargo.
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El 2020 lo aceleró todo
Obviamente, cuando comenzó el comercio a través de internet, las inmobiliarias también crearon webs o maneras de penetrar en la era cuántica. El salto digital era necesario para satisfacer a las generaciones más jóvenes que comenzaban a usar internet para casi todo.
Sin embargo, no se puede negar que la pandemia de Covid 19 fue un duro golpe para muchos sectores. La cuarentena afectó la economía mundial a escalas jamás vistas desde la Segunda Guerra Mundial.
Pero, a diferencia del lapso entre 1939 y 1945 hoy se cuenta con una herramienta muy poderosa: internet.
Las principales y más grandes empresas del negocio tecnológico que daban soporte a internet y las búsquedas de millones de personas confinadas fueron algunos de los factores que generaron que muchas cosas, incluyendo el propio trabajo, se comenzara a hacer desde casa.
El sector de la salud y de alimentos fue el único que abrió sus puertas al público. Sin embargo, la situación económica llevó a los dueños y gerentes de todo tipo de negocios a acelerar el proceso de ventas online.
Para bien o para mal, las inmobiliarias no podían permanecer impávidas. Las páginas web de los diversos sitios de bienes raíces ya no eran meros catálogos de casas, pisos, oficinas o negocios en venta y alquiler.
La situación apremiaba no solo para los ejecutivos y empleados de las compañías de bienes raíces, sino para dueños de inmuebles y personas que querían comprar o alquilar casas, oficinas o todo tipo de edificios para múltiples fines. Si bien el año 2019 fue duro, el 2020 también, pero vino con el añadido de la creatividad. Era necesario innovar para no perecer.
La digitalización se incrementó y los portales de inmobiliarias crecieron para hacer frente a la demanda.
Ya no eran muestras de fotos de casas u oficinas. Había chats en tiempo real, mensajería instantánea por WhatsApp, Telegram y otras APP, así como visitas virtuales guiadas por los inmuebles y hasta inteligencia artificial.
Big data, realidad virtual y realidad aumentada
Big data es un término en inglés que significa un volumen muy amplio de información sistematizada, categorizada y estratificada.
La realidad virtual es crear entornos imaginarios que se perciben con lentes y auriculares y son muy inmersivas. Mientras que la realidad aumentada combina elementos reales (como la visita a un piso de alquiler) con objetos ficticios, pero verosímiles (como ver qué tal luciría la cama en un dormitorio del piso de alquiler).
Estos tres elementos pautan el marco para que las inmobiliarias ordenen sus archivos de inmuebles por ejecutivos de bienes raíces, ciudades, sectores, precios, número de habitaciones y demás.
Asimismo, permiten al usuario que busca un inmueble hacer uso de estas plataformas para realizar su propio arqueo con los sistemas de categorías que hacen posible que una pareja de recién casados que elige su primera casa indique la ciudad, el barrio y el rango de precio que pueden pagar por ella.
Gracias a las tecnologías de la información, a la creatividad de los programadores y diseñadores web y a la experiencia de las empresas inmobiliarias, la imaginación es el límite para que ejecutivos de bienes raíces y usuarios tengan acceso a todo tipo de datos en cuestión de segundos y sin salir de casa.
Por otra parte, los empleados de las inmobiliarias tienen a su disposición herramientas que les permiten gestionar cada propiedad, su estatus y los posibles clientes que están por cerrar el trato.